Dicen que desnudo mi alma.
Quizás no tengo ropa.
Os presento a mi modo lo que hago.
Porque lo que hago es quien soy.

Apasionada de la música y amante de la cerámica. Cafetera andante.

Si canto llueve y lo de "es que eres muy sensible" me quedaba bien de logo en una camiseta.

Informática o algo asi de profesión, aunque logré tener nombre rimbombante "experta en optimización de procesos".

La porcelana es mi diva favorita, es a la cerámica como el piano a los instrumentos. Tal cual. Llámenme pianista de barro. Suena bien.

Soñadora de las que debían dormir más. Vividora en mi cabeza, de pies quietos que no saben bailar.

En mi cabeza tengo alas y te cuento lo bello que veo en ti, en cada gota de agua, en cada sentimiento que nos abruma, en cada mañana, en cada noche.

Pero mi boca prefiere escuchar.
Mis manos ver.
No se escribir, ni leer.
Me pones música y divago.

He abierto la puerta y ha entrado el aire.
No tengo órden, mi corazón respira.
Huele a jazmín. Siento el sol y la brisa del mar me peina.
El piano canta. Me lleva de viaje. Me dice "a donde tu quieras, dame tus manos".

Me he perdido, otra vez más. Otra de tantas, pero no me busques porque creo me he encontrado.

La luna me hipnotiza, me susurra secretos.

Y va así todo el día, como una radio a pilas que no puedes apagar.
Mi cabeza cuenta cuentos.
La cerámica es mi libro.

No me pidais que me explique mejor o me deje de prosa. Lo he intentado.
Y si sigo, divago y me vuelvo de viaje.

Feliz día y un abrazo
Mirian Varela
Ceramicamente